La adicción a sustancias ilegales representa una fuerte carga tanto para sus consumidores como para la sociedad en su conjunto. Además de los costes directamente relacionados con la prevención y tratamiento de los problemas de salud derivados de su consumo, se pueden contemplar sus efectos en términos de mortalidad prematura, pérdidas de productividad laboral, mayor probabilidad de cometer actos delictivos y, de costes intangibles como el dolor o el sufrimiento ocasionado por el abuso de estas sustancias.
El objetivo principal de la Jornada celebrada el pasado 3 de junio en la Facultad de Economía y Empresa (Universidad de A Coruña) fue analizar la rentabilidad social de las intervenciones en drogodependencias. Con esta finalidad se configuraron dos bloques diferenciados.
En el primero de ellos se presentaron las políticas públicas actuales y las estrategias de futuro en el contexto de las drogodependencias, tanto desde el punto de vista asistencial, preventivo y de reinserción, como de reducción de la oferta de sustancias adictivas. Asimismo, se relacionaron desde un punto de vista técnico aspectos clínicos y de gestión de las unidades dedicadas a la atención de las personas que presentan un problema de adicción.
En el segundo bloque, se impartieron dos seminarios eminentemente prácticos, que tuvieron por finalidad introducir a los asistentes en los aspectos más relevantes de la evaluación económica de programas de atención a la salud, como son las intervenciones asistenciales a drogodependientes.
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2013 fue el segundo año consecutivo en el que el suicidio ocupó la primera causa de muerte en población entre 15 y 44 años (por delante de los accidentes de circulación). Esto nos hizo reflexionar si estas cifras podían, en parte, estar explicadas por la dramática evolución de nuestros indicadores económicos (renta por persona y desempleo).
Bruno Casal 